Y mientras muchos países comenzaban a transformar radicalmente su forma de vida, en México, marzo del 2020, iniciaba la incertidumbre.
Después del regreso de un corto descanso por una fecha conmemorativa, recibimos la noticia por parte de nuestras autoridades académicas que iniciábamos una nueva modalidad de educación a distancia con nuestros grupos con los que veníamos trabajando de forma presencial.
Acompañándonos de toda la tecnología a nuestro alcance y de todos los medios conocidos hasta ese momento, emprendimos un nuevo modo de interacción con nuestras autoridades, grupos y alumnos en general.
Materias prácticas y mixtas era nuestra labor docente, y ahora debíamos adaptarnos a las necesidades actuales. El primer paso era lograr la comunicación a distancia con nuestros alumnos, utilizando plataformas y software que eran un tanto ajeno a nosotros.
La respuesta por parte de las autoridades, director, compañeros docentes y alumnos fue muy satisfactoria. La tecnología y los diversos medios se iban volviendo cada día más amigables con nosotros. Hay que reconocer abiertamente que el apoyo brindado por todos, particularmente por nuestros alumnos, fue de mucha ayuda para llevar el día a día de nuestras labores a buen término.
El gran reto para superar era establecer un ambiente amigable para poder seguir creando ideas, hacer propuestas y todo lo que los proyectos demandan, ya que Diseño Gráfico es una carrera donde dependes mucho del software, del uso de materiales, de herramientas, así como de espacios donde puedas desenvolverte. Hacer una búsqueda y selección de todo el material acumulado hasta ese momento, era la manera más sencilla de poder sobrevivir sin la necesidad de tratar de encontrar algún lugar donde pudieras conseguir lo que hasta hace unas semanas era tan fácil de adquirir.
Hacer una adaptación a los programas para poder adecuar todos y cada uno de los proyectos que avanzaban y que determinarían las evaluaciones de un segundo y tercer periodo, cada vez se veía más cercana. Gracias a la creatividad de los alumnos y a la ayuda que se generó entre nosotros los docentes, se utilizaron muchos materiales que no pensamos que iban a ser volteados a ver y menos a ser usados para resolver muchos proyectos.
Los segundos se volvían minutos, los minutos horas, las horas días y las noches cada vez más extensas; mensajes de texto, imágenes, correos, video conferencias, y otra vez mensajes, ¿a qué hora?, no importaba; la educación y las revisiones debían hacerse a distancia, todos a la espera de recibir o contestar para poder lograr resultados.
Aprendimos mucho en poco tiempo y aún falta más, pues tendremos que ir adaptándonos poco a poco, revisar nuestras agendas, nuestros horarios, la alimentación y las horas de descanso; debemos entablar diálogos con nuestros alumnos y nuestros pares para manejar una carga de trabajo acorde a nuestra nueva modalidad.
Hay que agradecer la formación que han tenido nuestros alumnos en la escuela. Este semestre tan caótico ha llegado a buen término, ya que se respetaron clases a distancia, asistencia de forma regular a cada video conferencia, al envío de proyectos y revisiones en tiempo y forma que, sin los valores y lo aprendido hasta el momento en la Universidad, no se hubieran logrado como se hizo hasta este cierre de semestre.
Démosle la bienvenida a ese nuevo semestre que no tardará en llegar y que nos va a traer nuevos retos y compromisos que sabemos podremos cumplir.
Autor: L. D. G. Eusebio Fernández Torres| Catedrático Distinguido agosto-diciembre 2019
Fotografía: Josh Sorenson en Pexels
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