2020 pintaba a ser un año
fructífero, sin embargo, nadie se esperaba lo que acontecería en los primeros
meses. El repentino cambio creado por el SARS-CoV-2, o mejor conocido como
CORONAVIRUS, no solo ha encendido las alarmas sanitarias, sino también aquellas
de carácter financiero, económico y comercial que comienzan a reflejar una
crisis inminente. Una gran cantidad de sectores se encuentran ya vulnerados
debido a la creciente exigencia de un mundo globalizado, dentro del cual la
cadena de suministros será fuertemente afectada.
Algunos datos duros para tomar
en cuenta son los siguientes:
· La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), informa que la presencia del coronavirus COVID-19 en China, ha provocado una contracción del 2% en la producción manufacturera del país durante el último mes y ha causado ya una pérdida estimada en 50.000 millones de dólares a la economía mundial.
Los factores anteriores son un
pequeño ejemplo de la afectación en los flujos de materiales en diversos
sectores, no sólo por la caída en la producción, sino porque ha habido un
descenso en los inventarios, explica Raymundo Tenorio (Tenorio, 2020).
Aunado a ello, el 11 de marzo
de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al CORONAVIRUS como
pandemia global y, consecuentemente, varios países prosiguieron al cierre de
fronteras. La implementación de periodos extensos de cuarentena y
distanciamiento social; el consiguiente cierre de fábricas y la disminución en
las operaciones portuarias, aeroportuarias y férreas; genera un golpe dramático
en el abastecimiento. Es decir, las cadenas de suministros enfrentan un riesgo
de disrupción nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial, según el director
del Centro de Logística y Transportes, del Massachusetts Institute of
Technology (MIT) (Sheffi, 2020).
Para México existiría una luz
al final del túnel si logramos aprovechar la naciente oportunidad al ver que
muchas empresas estadounidenses y europeas buscarán aprovisionamiento cercano
para reabastecerse, ya que nuestros fabricantes mexicanos han sido generalmente
considerados como una demeritada segunda opción como fuente de proveeduría y
abastecimiento (después de China), y, sorpresivamente, ahora estarían bien
ubicados para atender al ?necesitado? mercado estadounidense.
La premisa inaplazable
consistirá en crear equipos para el control de crisis, así como en enfatizar el
enfoque principal sobre el estado actual de la cadena de suministros (ej. Apple
anunció que parte de su producción será trasladada a Taiwán); o priorizar en la
mirada hacia el mercado interno y, entre otros ejemplos/modelos, el de la
facilitación del comercio electrónico.
No hay abastecimiento just in
time; las fuentes de suministro alternativas y las estrategias de doble
abastecimiento siguen generando silencio sobre la escasez evidente y el virus
no parece estar siendo contenido. ¿Por qué no habría de preocuparnos cuando hoy
en día un automóvil no se puede ensamblar con el 99% del inventario
almacenado?
Autor: Mtra. Danitza Alejandra
Contreras Ramírez. | Catedrática Distinguida agosto ? diciembre 2019.
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Los puntos de vista expresados en este artículo son
responsabilidad del autor y no necesariamente representan la posición oficial
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