Este es, probablemente, el punto más complicado que nos ha tocado vivir como sociedad en años. El confinamiento al que hemos sido restringidos ha limitado nuestra intimidad y nuestra libertad al mismo tiempo.
Una, dos, ocho semanas hemos esperado escuchar que el peligro pasó y podemos reactivar nuestro camino. Desafortunadamente, esto no ha sido así; y mientras tanto la vida sigue, el mundo gira, la tierra se ordena y? los papeles se invierten. Hoy, somos nosotros los que nos adaptamos a las exigencias de la naturaleza. Esto lo vemos reflejado en las tendencias que el COVID-19 está marcando en el mercado.
Si bien nadie puede adivinar el futuro y cómo seremos al salir de esta situación, sí existen algunos indicadores que son convenientes voltear a ver para detectar oportunidades de mercado. A continuación, comento algunos de los muchos que estamos estudiando en estos momentos de coyuntura.
La moda tendrá que cambiar. El trabajo en casa que probablemente se establezca en algunos sectores económicos, llevará a las personas a buscar el minimalismo y lo orgánico. Las marcas podrán regresar a las bases y ayudar al mismo tiempo al planeta a través de la sustentabilidad; el ahorro de energía será, sin duda, un valor agregado que motivará la compra de algunas categorías de productos.
Las empresas migrarán a lo digital. Si bien hoy es una opción, mañana el comercio electrónico, pago en línea e inteligencia artificial, serán un mandatorio para todas las empresas. Ni hablar del servicio a domicilio que hoy ya no es cuestionable. La tecnología tendrá que ser un recurso de primera línea en todas las empresas, incluso en las pequeñas. En este rubro, veremos también una ampliación en la oferta pues las empresas serán más flexibles para satisfacer otras necesidades de los consumidores con sus mismos recursos (nuevas líneas de producto, giros de negocio alternativos).
En cuanto al ámbito de la salud, habrá un mayor interés por la salud holística, con un acento en la importancia de la salud mental como catalizador de la física y la emocional.
En conclusión, veremos consumidores más conscientes, exigentes e informados que nunca, a quienes las marcas no podrán convencer con frases optimistas sin fondo. Veremos que las marcas más queridas por los consumidores serán aquellas que respondan de manera responsable a esa expectativa que la nueva normalidad les exigirá y que no podrán ser llenadas con contenidos superficiales y tibios.
La oportunidad está en el contenido, en la propuesta de valor, en la innovación, en la data y en la transparencia. Seguir trabajando las marcas desde el corazón y para el bien común.
Autora: Mtra. Michelle Itzel López Oliva | Catedrática Distinguida agosto - diciembre 2019.
Fotografía: Dominika Roseclay en Pexels.
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